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Showing posts from September, 2006

Chávez: cinismo y patanería

Daniel Romero Pernalete El cinismo de Hugo Chávez sólo es comparable con su ineptitud como gobernante. Quien ingiera solamente su discurso puede hasta simpatizar con él. Quien viva bajo su férula puede medir la distancia que hay entre verbo y conducta. Chávez pretendió asumir desde la ONU un liderazgo que no tiene. Su ignorancia lo lleva a confundir identificación con chulería. Sólo cuenta con el agradecimiento interesado de algunos gobiernos que han recibido sus dádivas. O con los que ha hecho oscuros negocios. Perdido entre adulantes, Chávez dictó en la ONU cátedra universal de hipocresía y de mal gusto. De soberbia y de patanería. Disfrutó comparando al Presidente de los Estados Unidos con el demonio. Algunos necios aplaudieron. El problema es que el orador también huele a azufre. ¿O no es acaso Chávez quien ha convertido a Venezuela en un infierno? Un infierno en el que crepitan el odio y la violencia. Chávez se persignó, juntó sus manos y miró al cielo. Se aguaron los ojos de algu

Chávez no es Venezuela

Daniel Romero Pernalete Chávez se cree Venezuela. La naturaleza desquiciada del gamonal, abonada por la rastrera adulancia de su entorno, lo ha llevado a equipararse al país. Chávez juega a ser la patria, el pueblo. Oponerse a sus designios personales es ofender al pueblo, traicionar a la patria, atentar contra los intereses supremos del país. Esa absurda equivalencia es reforzada cotidianamente por el discurso chavista. La prensa nacional e internacional, en su afán simplificador, le hace eco. Urge aclarar conceptos. No es cierto que Venezuela haya buscado un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Es Chávez quien lo buscó, en su enfermizo afán de figurar. Para tener una tribuna desde la cual inflar su medianía y oxigenar el terrorismo internacional. El que se quiera dejar engañar que se deje. Tampoco es cierto que Venezuela sea una amenaza para la región. La amenaza es Chávez. Y una amenaza grave porque la riqueza petrolera le permite financiar el terrorismo de las FARC, la inep

Yo Tarzán, tú Chávez

Daniel Romero Pernalete “El día de la mamá de Tarzán por la tarde se montará aquí un gobierno contrarrevolucionario” (Hugo Chávez) Yo Tarzán, tú Chávez…Tarzán, rey de la selva. Tú, monigote de Fidel… Tarzán no meterse en política. Pero tú mencionar despectivamente a mamá de Tarzán. Y Tarzán hacer uso de derecho a réplica. Aunque en esta réplica Tarzán no mencionar ni recordar a madre de Chávez. Suficientes venezolanos hacerlo. Tú decir que entregar gobierno el día de la mamá de Tarzán por la tarde. Madre de Tarzán estar muy contenta. Decir que ser gran regalo. Ella cumplir año el 3 de diciembre. Aunque estar dispuesta a celebrar cumpleaños en cualquier otra fecha con tal de que Chávez cumplir promesa… Porque a mamá de Tarzán no gustarle hipocresías ni embustes. Mamá de Tarzán tener memoria de elefante. Cuando tú ganar elecciones, tú prometer vivir como Tarzán. Ofrecer vivir sin lujos. Después tú decir que ser rico ser malo. Pero lengua de Chávez hablar pura paja. Tú preferir ser malo

Los gruñidos de Chávez

Daniel Romero Pernalete Cuando se sienten acorraladas, las bestias gruñen. Y enseñan los dientes. Y erizan su pelambre para parecer más fuertes. Pretenden ocultar su miedo asustando. Pasa igual entre animales que entre déspotas. Eso está pasando con Hugo Chávez. Cuando regresó de uno de sus largos e inútiles periplos, sus aduladores anunciaron una bienvenida de héroe. Bajo chantaje arrastraron a unos cuantos empleados públicos. Con una botellita de licor barato enamoraron a más de un borrachín. Con unas monedas y una franela convocaron a más de un pedigüeño profesional. Unos pocos fueron, de verdad, para ovacionar al estrafalario viajero. Los programados vítores y la poca emotividad del acto delató el carácter aluvional de la audiencia. La asistencia, en nada comparable a las movilizaciones de otro tiempo, le reveló al recién llegado que ya no entusiasma como antes. Esto debió asustar al homenajeado. Terminó de asustarlo, mejor dicho Porque sus temores son compuestos. Su gobierno, po