Chávez: cinismo y patanería
Daniel Romero Pernalete El cinismo de Hugo Chávez sólo es comparable con su ineptitud como gobernante. Quien ingiera solamente su discurso puede hasta simpatizar con él. Quien viva bajo su férula puede medir la distancia que hay entre verbo y conducta. Chávez pretendió asumir desde la ONU un liderazgo que no tiene. Su ignorancia lo lleva a confundir identificación con chulería. Sólo cuenta con el agradecimiento interesado de algunos gobiernos que han recibido sus dádivas. O con los que ha hecho oscuros negocios. Perdido entre adulantes, Chávez dictó en la ONU cátedra universal de hipocresía y de mal gusto. De soberbia y de patanería. Disfrutó comparando al Presidente de los Estados Unidos con el demonio. Algunos necios aplaudieron. El problema es que el orador también huele a azufre. ¿O no es acaso Chávez quien ha convertido a Venezuela en un infierno? Un infierno en el que crepitan el odio y la violencia. Chávez se persignó, juntó sus manos y miró al cielo. Se aguaron los ojos de algu...