Chávez: cinismo y patanería

Daniel Romero Pernalete

El cinismo de Hugo Chávez sólo es comparable con su ineptitud como gobernante. Quien ingiera solamente su discurso puede hasta simpatizar con él. Quien viva bajo su férula puede medir la distancia que hay entre verbo y conducta.

Chávez pretendió asumir desde la ONU un liderazgo que no tiene. Su ignorancia lo lleva a confundir identificación con chulería. Sólo cuenta con el agradecimiento interesado de algunos gobiernos que han recibido sus dádivas. O con los que ha hecho oscuros negocios.

Perdido entre adulantes, Chávez dictó en la ONU cátedra universal de hipocresía y de mal gusto. De soberbia y de patanería.

Disfrutó comparando al Presidente de los Estados Unidos con el demonio. Algunos necios aplaudieron. El problema es que el orador también huele a azufre. ¿O no es acaso Chávez quien ha convertido a Venezuela en un infierno? Un infierno en el que crepitan el odio y la violencia.

Chávez se persignó, juntó sus manos y miró al cielo. Se aguaron los ojos de algunos ingenuos. Otros, por el contrario, sintieron náuseas. Porque ese mismo personaje ha irrespetado de mil formas a la iglesia venezolana. Porque el pregón de ese individuo está muy alejado de los valores y principios que sirven de sustento a la religión católica.

Chávez habló de paz. Suspiraron algunos desubicados. A otros los indignó la hipocresía. No puede predicar la paz quien quiere a toda costa una guerra que lo santifique. Quien viene de abrazarse con lo más selecto del terrorismo del Siglo XXI.

No puede hablar de paz quien se acama con las FARC colombianas o con el Hezbolá libanés. Quien ha sembrado la semilla de una guerra civil en su propio país. Quien concibe la competencia democrática entre opciones como un enfrentamiento bélico entre enemigos.

Chávez también habló de hermandad entre los hombres y entre los pueblos. ¿Puede hablar de hermandad quien ha dividido a los venezolanos en chavistas y traidores? ¿Un hombre vive amenazando a la mitad del país y engañando a la otra?

¿Puede hablar de hermandad entre los pueblos quien insulta a otros gobernantes legítimos por el simple hecho de no aceptar sus delirios o sus imposiciones? ¿Puede hablar de hermandad quien ha asumido el antisemitismo como credo?

Chávez habló de democracia. Y hasta le dio consejos al pueblo norteamericano. Pero la democracia como concepto nunca se ha instalado el cerebro del reyezuelo. Chávez ha desfigurado a golpes el rostro de la democracia en Venezuela.

Ese mismo tipejo pretende, contra todo principio democrático, eternizarse en el poder. A punta de triquiñuelas y de abusos. Y hasta se da el tupé de amenazar con rebeliones populares si los resultados electorales le son adversos.

Chávez habló de la autodeterminación de los pueblos. Pero apoya subversiones en Colombia y Centroamérica. Y se entromete en las elecciones de Perú, de México, de Ecuador, de Bolivia, de Nicaragua o de Brasil.

¡Belcebú diciendo misa! ¡Y todavía hay ingenuos, criollos e importados, que aplauden el discurso de Chávez en la ONU!

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