Bochinche
Daniel Romero Pernalete Uno viene de porrazo en porrazo. De calentera en calentera. De chichón en chichón. Movilizaciones traicionadas. Paros infructuosos. Referendos fraudulentos. Elecciones trucadas. Toda una sucesión de eventos protagonizados por un gamonal sin escrúpulos y una dirigencia opositora sin guáramo. Desengañado, termina uno abandonando todo esfuerzo colectivo. Que cada quien se defienda como pueda. Que entable su pelea particular con el gobierno. La oposición, sin liderazgo reconocido, acabó convertida en un archipiélago desarticulado de posiciones. Todos están contra el gobierno, pero nadie sabe con certeza hacia donde dirigir los dardos. Me cuento entre quienes espontáneamente han preferido abstenerse antes que bailar el son que toca el comandante. Al margen de los llamados que temprano o tarde han hecho algunos dirigentes. La cosa empieza a moverse y como que se abren nuevos horizontes. El huracán populista que recorre el continente ha bajado de categoría. La decepció...